miércoles, 26 de octubre de 2011

Odia a los poetas. Como yo


(...)

El niño ya es un hombre...
odia a los poetas
¡como yo!
que mueven los hilos
de las vidas...
l´amour.
¡Ay, l´amour, l´amour!
¡Cogéis un lápiz y os creéis fantásticos!
¡Yo también sé decir cosas
yo también soy maravillosa!

L´amour.

(...)

jueves, 20 de octubre de 2011

El amor es una enfermedad de transmisión sexual.

El otro día, en una  jam etílica (más etílica que jam, todo sea dicho) nos comenzó a salir una canción rollo flamenco (quizás también más "rollo" que flamenco) que, entre sonidos guturales, cacofonías y alaridos (era yo en ese momento quien llevaba, por decirlo de algún modo, la "voz cantante" -desde luego más voz que "cantante", todo sea dicho-) tenía un puente o estribillo (vete tú a saber en qué quedará la cosa) que decía así:

El amor, ay, el amor
no está tan mal...
tu amor, mi amor,
es la mejor 
enfermedad de transmisión sexual,
ay, de transmisión sexual,
ay, de transmisión sexual.

No sabemos si la "canción" seguirá para adelante: si sacáramos algo de cada jam etílica tendríamos una discografía que ni la de Bob Dylan (en cantidad, que no en calidad ni en discos religiosos, claro). Pero decidimos pararla por el momento, porque la frase (quizás le queda grande lo de "verso", ¿no?) de "el amor es una enfermedad de transmisión sexual" me sonaba demasiado conocida... (por motivos semejantes sigue en el cajón la canción "Yo soy yo y tus circunstancias").

Eso me hizo revisar un poema de Pablo García Casado en el que aporta definiciones del amor (que sí se pueden considerar verdaderos versos) y en el que, desde luego, no está esa frase. Pero si una aspirante a canción nos conduce a un poeta consagrado, no estará tan mal la ecuación de las alforjas y el viaje.

AMOR

una mujer siempre en la cocina
siempre con problemas siempre con la regla
la basura no te olvides de bajar al perro

una enfermedad que se cura con los años
una radio que empieza a perder las emisoras
un tren que realiza siepre el mismo recorrido

entre dos ciudades cada vez más alejadas.

(Las afueras.
Pablo García Casado)

No sé. Seguiremos buscando. O, al menos, seguiremos bebiendo. Pero si esto vale para que alguien nos guíe en esa búsqueda del no-plagio o para que conozca a Pablo García Casado, habrá motivos para brindar.

Salud.

viernes, 14 de octubre de 2011

Nacimos para ser esclavos

EL ROTO



En el post anterior citábamos un poema de Vicente Gallego. Para ser justos, hemos de enlazar con la persona que nos hizo llegar hasta él: Víctor Martín Iglesias. Que sea un amigo íntimo desde la infancia es una característica circunstancial y que, desde luego, poco afecta a este blog. Sin embargo, que haya publicado un enorme libro de poesía (Cómo hemos llegado a esto, Editorial Casavaria 2010), no lo es tanto. Y, sobre todo, que hayamos adaptado uno de sus poemas en vistas a conseguir una canción distinta al rollo que hacemos habitualmente, lo es aún menos. Pongo aquí el fragmento del poema que hemos adaptado. Es verdad que no se corresponde con la letra de canción que está en proceso, que ha tenido que sufrir modificaciones por temas de musicalidad que yo no entiendo. Pero como ya le robaremos parte de su mérito literario cuando aparezca como canción, es justo respetarlo al menos aquí:


FRAGMENTOS
Suelo pensar en las guerras y en los reflejos
Que hay detrás de esos ojos, que hay detrás
De tus gafas de pasta,
Para intentar comprender
Cómo la indiferencia
Se convierte en un arma tan poderosa.

Nacimos para ser esclavos, nadie espera
Que tomemos decisiones importantes:
Alfabetizar medianamente al encargado
De portar nuestro ataúd en el entierro.
Ante esta vida de promesas incumplidas
La ignorancia es un antídoto que no duele.

Estoy perdiendo esa facilidad
Que tenía de insultar a los telediarios
Yo que gritaba y hacía muecas
Ante el más mínimo indicio de barbarie.
(…)


Esto viene a cuento porque, a raíz del movimiento 15-M y del posterior Proyecto Robo, hemos retomado una anterior idea, que surgió a raíz del malestar de conciencia motivado por la evidencia del escaso compromiso político que hay en nuestras composiciones. Sí que tenemos unas cuantas canciones más o menos, digamos, de carácter reivindicativo (siempre desde el cinismo postmoderno exigido por nuestro tiempo, claro), pero nos convencimos de que era mejor mantener la concepción temática en el disco Nota de suicidio comercial por varias razones: primero, porque nos gustan los discos temáticos; segundo, porque, de no ser así, poco sentido tiene a estas alturas de la historia sacar un disco como tal y, tercero, porque el primer disco de un grupo, creemos, debe reflejar ese estado postadolescente de exaltación y odio del amor, la juventud, la fiesta y la apatía.

De todas formas, esto de nuevo son pájaros volando y hablar de un posible segundo disco sin tener grabada una maqueta no viene mucho a cuento. Así que disculpen, que no quiero enrollarme y todas estas cosas las explicamos con más detenimiento en el blog sobre nuestra música (unhombreexquisito.blogspot.com). Pero sí quería, primero, recordar la existencia de otro poema que hemos adaptado y que tengáis la posibilidad de ver las diferencias entre el (magnífico) poema original y la (vulgar) letra de canción que surgirá después. Y, segundo y más importante, recordar que, si es que algún día, no lo vean vuestros ojos, llegamos a hacer ese proyecto de disco de carácter más punk, social, reivindicativo y aparentemete alejado de lirismos, será un disco en el que tendrá que tener cabida la poesía porque os aseguro que, si sale como tal, incluirá (o debería incluir, que no sé lo que pintaré yo en esta historia o si se me habrá olvidado) esta cita de Antonio Machado:
No diréis, amigos míos, que os preparo en modo alguno para la guerra, ni que a ella os azuzo y animo como anticipado jaleador de vuestras hazañas. Contra el célebre latinajo, yo enseño: si quieres paz, prepárate a vivir en paz con todo el mundo. Mas si la guerra viene, porque no está en vuestra mano evitarla, ¿qué será de nosotros –me diréis- los preparados para la paz? Os contesto: si la guerra viene vosotros también tomaréis partido sin vacilar por los mejores, que nunca serán los que la hayan provocado, y al lado de ellos sabréis morir con una elegancia de que nunca serán capaces los hombres de vocación batallona.
* Antonio Machado, Hora de España (1937).

Y todo esto, y ya acabo, viene a cuento porque mañana hay que salir a la calle, a las 18 de la tarde hora española, a la plaza que  más cerca  tengáis para demostrar que estamos preparados.

viernes, 7 de octubre de 2011

Aunque nadie lo sepa

("¿Cómo hacerle comprender al mundo que lo nuestro es maravillosamente distinto?")

Cuando escribí la letra de Nunca fuimos a Las Vegas lo hice pensando, aterrado, en lo duro que debería ser vivir en una relación que sabes que ya no es como fue, que se acaba y, lo que es peor, que te aburre, que aburre al otro y que, más que irse muriendo, poco a poco vais matando con vuestra indiferencia. Recuerdo que se me ocurrió a raíz de la viñeta de Quino que adjunto arriba, en la que, aunque posiblemente quiera decir otra cosa, yo quise leer que al final, por muy especial que tú quieras verla, tu relación acaba siendo la misma mierda que todas las demás: enamoramiento, aburrimiento, apatía, ruptura y fin.

(La viñeta representa a una quincena de parejas de enamorados, todas aparentemente surgidas del mismo molde, y a una de ellas, que nada tiene de diferente, preguntándose: "¿Cómo hacerle comprender al mundo que lo nuestro es maravillosamente distinto?")


Sin embargo, imagino que inconscientemente también estuvo influida por la bellísima "Oh my sweet Carolina" de Ryan Adams ya que, años después, caí en ese verso de "I ain´t never been to Vegas but I gambled up my life" y recordé que, antes de que Pedro la transformara en lo que un día, razonablemente ebrios, bautizamos como un "híbrido entre Los Suaves y La Fuga", yo pretendí que fuera una baladita baladosa.
Pero lo que siempre tuve claro (todo lo claro que puedo tener yo algo, claro) que le vendrían bien unos versos, que reforzaran lo que servidora intentaba explicar sin tener la capacidad ni el lirismo que, finalmente, encontramos en las palabras de Alberto Tesán:

(...)
Nos sabemos extraños y el engaño nos duele
como duelen las noches pasadas en silencio
mirando de soslayo el contorno de un cuerpo
que no reconocemos y que un día fue nuestro.
Nos hemos traicionado
y pagamos el precio de nuestra cobardía
con la sangre cansada que nos mantiene muertos.

(En las horas oscuras, dentro del poemario El mismo hombre)



Sin embargo, quizás sea este el blog apropiado para recordar que, aunque la métrica, el ritmo y otras cosas que no entiendo dejaron fuera de la canción a estos otros versos de Vicente Gallego, en el fondo, siempre han estado ahí:

ESTADÍSTICA


De todas las maneras que el amor
es capaz de inventar para matarse,
son las más compasivas las que muchos
consideran más crueles: la traición,
la mentira, cualquier suicidio rápido
que certifique el fin con mucha sangre
y permita lavarla con el llanto.
Pero el amor es cruel consigo mismo,
o es acaso muy torpe, porque suele
elegir una muerte sin nobleza
que se da con un arma lenta y triste:
ese gas repulsivo y venenoso
que acaban generando los bostezos.

(El sueño verdadero. Poesía 1988-2002)

martes, 4 de octubre de 2011

Aunque tú no lo sepas

El que sí que demuestra tener voz propia es Quique González al hacer una canción original y totalmente suya a partir de un poema de Luis García Montero. De hecho, aunque soy bastante seguidor de Luis García Montero, siempre me ha parecido superior la letra surgida a raíz del poema que el poema que sirvió de inspiración.


No pretendo insinuar que el poema sea malo (sería imposible, porque como ya he dicho, es de Luis García Montero), ni que no me guste a mí particularmente, pues tiene versos sencillamente brillantes. Es solo que siempre he considerado Aunque tú no lo sepas una de las mejores letras de canciones en castellano... Y al poema, pues solo un poema que merece la pena leer siempre y postear, ahora que viene al caso, a continuación:

AUNQUE TÚ NO LO SEPAS

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.

De todas formas, esto es una polémica ridícula y lo que menos pretenderá este blog será nunca hacer comparaciones o enfrentamientos, sino más bien intentar reflejar las relaciones que puede haber entre poesía y música, rock y lírica, versos, melodías y guitarrazos. De hecho, mejor disfrutar de las dos artes juntas y revueltas. Tal que así:


Aviso

Aviso es un poema de Alberto Tesán contenido en su magnífico poemario Piedras en el agua (2003). Hasta la fecha, desgraciadamente, su último libro. Dice así:

Con las piernas abiertas el mundo te sonríe
y yo muero de tanta ternura derramada
has quemado el dinero y toda mi paciencia,
pero te dejo hacer, segura entre las sábanas
con algún muchachito aspirante a poeta.
Empiezan a cansarme, sin embargo, las lágrimas
que sirven de chantaje en el peor momento,
y esa pose tan tuya de niña maltratada
que exhibes en tertulias con tanto desparpajo.
No te engañes, cariño, los años no perdonan.
Y tu edad es la edad brumosa del dolor.
Está cercano el día en que te sientas sola,
escuchando, a oscuras, la voz rota de Joplin.
Entonces no me llames, ni busques mi consuelo.
He aprendido a tu lado, a ser obedecido.
Cuando marques mi número y suenen tus disculpas
estaré celebrando tu piel envejecida
con la primera nínfula que sepa lo que busco:
la sumisión total a todos mis caprichos.

Nosotros hicimos una adaptación del poema, al que metimos un estribillo, un puente y del que nos vimos obligados a recortar un par de versos. Aunque siempre la hemos conocido como "Tesán" o "la de Tesán" para no liarnos, en realidad se llama, para no liaros, "Con las piernas abiertas". Y suena así:

>

Según Ricardo Senabre: "Para un poeta que lo sea de verdad, recordar no es ununca repetir. Es utilizar, transformar, crear algo nuevo; incorporar, en suma, el eco ajeno a la voz propia e inconfundible".
Según Reyes: "Toda cita directa, incluso la más literal, es un simulacro, una imagen hecha a semejanza de otra cosa, nunca completamente igual a su modelo. Sólo por desplazarse de contexto, el texto citado se altera irremediablemente".

Nosotros sabemos que carecemos de voz propia, que no somos poetas de verdad. Pero confiamos en que el desplazamiento o la alteración de un poema de semejante calibre se haya convertido en una letra de canción inusitadamente buena. Al menos, para nuestro repertorio. En definitiva, que pese a nuestra contribución siga siendo casi tan buena como el poema de Alberto Tesán, sin traslaciones ni ecos que puta la falta que le hacen.

Femme fatal fatal

Si para dejar huella en un hombre
hay que dispararle a las rodillas,
por mí vale.

(Poema contenido en Zombie Love, de Irene Albert, futura compañera de antología que me hará quedar a la altura del betún.)

lunes, 3 de octubre de 2011

Mensaje a los adolescentes

Esto no debéis intentar repetirlo en casa, niños.

Niños, probad a hacerlo en casa                                                                    
y sabréis lo que es bueno sin que os lo cuente nadie,
recordad que no hay nada que vuestros padres puedan enseñaros.
Ellos no son vosotros.

Acostaos, bebed.
Hace siglos que están ocurriendo estas cosas
y nadie ha demostrado
que sean mucho peores que una guerra.
Existe un paraíso tras esa raya blanca.

Cuanto hace daño y no hacéis,
niños, lo estáis cambiando por la serenidad.
¿Os han hablado de ella? ¿Sabe alguno a qué sabe?

Si ignoráis quiénes sois evitad el rodeo
de averiguarlo uniéndoos a los demás. Una plaza en el grupo
es un puesto en el mundo;
                                                               ahora bien,
                                                                                              niños,
que levante la mano el que quiera morirse siendo útil y sensato.
Tenéis razón: no es nada divertido.

Por lo demás, sé que no sois felices,
a lo mejor pensabais que todo el mundo os odia. Pues es cierto,
pero sobran motivos: sois jóvenes y estúpidos
y no tenéis derecho
a todo ese futuro que vais a malgastar (como nosotros).

Entonces, ¿estáis solos? Así es.

Aprended a ser libres, no esquivéis la mentira;
sabréis por experiencia que es más sólida que una verdad pactada.

Y sobre todo,
                               niños,
                                               no creáis
que la vida merece la pena de vivirse
sólo porque lo juren desde siempre los peores cabrones.


(José Luis Piquero. El fin de semana perdido.)